Los tiradores utilizan las tres armas clásicas, el florete, la espada y el sable. En cada asalto, las dos sillas de ruedas se fijan en un chasis que las inmoviliza una con respecto a la otra. La distancia de separación entre las sillas se ajusta en función de la longitud de los brazos de ambos adversarios.
La silla de ruedas no presenta ninguna peculiaridad; sólo debe ser sólida.
La esgrima también se puede practicar en posición de pie; las instalaciones y el reglamento son exactamente los mismos que los de la esgrima clásica.
La clasificación con vistas a la competición es sencilla: dos categorías, una que incluye a los parapléjicos y asimilados, y otra que comprende a los tetrapléjicos.
El tiro con arco en posición de pie se basa en el reglamento clásico.
La distancia de tiro y los reglamentos son los mismos que en el tiro clásico. La instalación en silla de ruedas está estrictamente reglamentada, estando prohibidos los corsés que aumentan artificialmente el equilibrio del tronco.
En la modalidad de pie, muchos minusválidos compiten en la categoría de discapacitados y en la de válidos.
Fuente: Dr. Enrique Pérez de Ayala
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